miércoles, 29 de diciembre de 2010

¡FELIZ CONSUMISMO!

En estas fechas tan señaladas del calendario cuando todos nos solemos reunir con la familia para celebrar una gran cena, para que los pequeños de la casa puedan abrir esos magníficos y grandes regalos que los reyes magos o Papa Noel les ha traído. En estás fechas no nos damos cuenta que todo eso y lo que conlleva la navidad y todas sus celebraciones se han acabado convirtiendo en una red que los centros comerciales han ido tejiendo para que nosotros vayamos cayendo cada año más y más. Porque aunque la economía familiar esté baja, nosotros seguimos gastando nuestro dinero, no en ropa para el frío invierno o porque la que hay en el armario está vieja o ya no te vale, o el simple hecho de guardar ese dinero para emergencias familiares, para comida o para seguir manteniendo esa casa en la que vivís. 


Con todo esto, no nos damos cuenta de que cada día hay gente que en este mundo está muchísimo peor que nosotros. Personas, tanto adultos, ancianos o lo que es peor, niños que ya no es que no tengan un regalo el 25 de diciembre, simplemente nunca lo han tenido pero, ni tan siquiera tienen comida que llevarse a la boca. Son personas que por cualquier motivo están en una situación extremadamente delicada, en la cual a nadie nos gustaría vernos. Y cuando escribo todo esto, no pretendo concienciar a las personas de este planeta, haciéndoles creer que son malas personas por comprar relojes caros, juguetes o abrigos de visón. Simplemente que vean que al rededor de las tiendas, hay gente pidiendo limosna por la calle. Que hay gente que mataría por un trozo de pan de los que nosotros tiramos al suelo porque está quemado o simplemente no nos gusta la punta. 
Lo único que digo es que hay que ver más allá de nuestros ojos. El mundo no termina donde acaba la punta de nuestro zapato, hay más personas a parte de nosotros y los nuestros.


Por último decir que esto no es porque esté en contra de la navidad, ni mucho menos. Solamente respeto la navidad como día del año. Como celebración que se hace para reunir a la familia, reir en familia y por un día en el año, olvidar preocupaciones, trabajos, colegios, cualquier cosa que no sea felicidad, paz o amor, queda de puertas hacia fuera pero, veo día a día que va cambiando todo poco a poco y ya simplemente se convierte en un día que por el hecho de ser bueno 364 dias restantes del año, te traen unos cuantos regalos que previamente tu escoges en un catálogo de infinitas páginas de un centro comercial. Y en eso que pienso y pregunto (para mi misma) ¿Y los niños pobres? ¿Que catálogo van a ver ellos en navidad? Cuando la mayoria no debe saber lo que es una Barbie o un Action Man.. ¿Sabeis porque sus regalos son más valiosos? Porque los tratan y cuidan con el corazón, con la ilusión de ser quizás el único juguete que tendrán en sus manos porque, aunque lo hagan con sus propias manos, o simplemente sea un pequeño presente familiar, les simboliza más el hecho de la persona que se lo regala, o el porque se lo regala porque sienten de verdad que va con el corazón. Y no como en nuestra sociedad que va con avaricia.


Por eso me lamento, porque cuando los niños de ahora crezcan, no den a sus hijos simples regalos, no vean a sus nietos y les den dinero. Llevaroslos a ver belenes, cogerlos de la mano por pleno centro de la ciudad. Disfrutad del aire puro de las calles, dejad que el frio invada vuestros cuerpos y sonreid al ver las luces por todas las calles.


¡Disfrutad!

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