lunes, 9 de mayo de 2011

Autenticidad y transparencia

Hoy me he levantado de nuevo con el pie izquierdo, o eso se suele decir cuando empiezas mal el día y, eso me lleva pasando un par de días o, según como lo mire, semanas. Me he puesto a leer y me he dado cuenta de la cantidad de cosas que desearía hacer o tener y nunca logro alcanzar, quizás por vaguería o falta de ganas.

Me encantaría, en primer lugar, cambiar mi forma de ser, ponerle más empezo a las cosas hasta conseguirlas y no dejarlas a la mitad. También, me encantaría viajar y poner vivir mi propia historia, sola o en compañía. Desearía empezar a tener las cosas más claras sentimentalmente, ya que aunque solo tengo dieciocho años tengo la mente dividida o más bien el corazón. No tengo ni he tenido nunca claro lo que quiero y por ello mis relaciones han sido un fracaso. Pero por otra parte, me hunde el hecho de reconocer que tengo miedo a enamorarme, a volverme indefensa ante los sentimientos y emociones que me recorren y, al fin y al cabo, no reconocer mi propio reflejo en el espejo. Será ese el hecho que ha conseguido que ya no me mire como antes, ya que desde hace mucho, no soy la misma. Mi impulsividad dominó por completo mi corazón y mi vida. Siendo mimada y caprichosa hasta cierto punto pero, a la vez de impulsiva intento alcanzar un grado de clásica y personal, de mujer auténtica. Aunque el amor no sea lo mio, la gente que me conoce sabe que me llega a aburrir o a atar demasiado cuando, el amor es otra cosa, es libertad y complidad por encima de todo. Luego llegan las relaciones esporádicas, los rollos de una noche o el sexo sin compromiso. Eso está genial, lo reconozco pero, no toda una vida, sino un tiempo y en grandes dosis y es como la heroína, te acaba matando.
Por otro lado muy opuesto al conyugal pero no al sentimental, están las amistades, amigos/as, compañeros/as o simples conocidos/as que con el paso del tiempo pasarán a ser completos desconocidos para mi. Siendo totalmente sincera siempre me he sentido una persona peculiar y solitaria, y con muy poco autoestima. Siempre he tenido un grupo pequeño de amigas, mejores amigas, las cuales son el centro de mi mundo, por las que siempre lo das todo y nunca te resulta suficiente para ellas. Al ser tan autocrítica conmigo misma siempre puedo ver, percibir o simplemente notar como alguien me pasa por encima en algo. No soy ni me considero, ni la más guapa ni la más lista del grupo. Quizás la graciosa en los momentos tensos o, la que intenta estar siempre ahí, la chica para todo. Aunque me gustaría centarme más en ellas hay momentos en los que no puedo, mi cabeza da tantas vueltas ante posibles cagadas con ellas que yo misma me hago pequeña a su lado. Se que aunque seamos crias de dieciocho años, con nuestros más y nuestros menos, nuestro genio y caracter, nuestros novios o ligues, etc. Cuando traspasamos la puerta de casa, somos nosotras mismas, sin máscaras, auténticas. Son mucho más que amigas para mi aunque no les dedique todo el tiempo que querría. Y aunque se, que les he fallado, y varias veces, han seguido y seguido a mi lado y yo, por mi parte, apostaré siempre a un "todo o nada" por ellas, sin miedo a perder nunca nada. Ellas dos, completamente opuestas, en realidad las tres somos diferentes pero, nos complementamos en las pequeñas cosas;
Primero va Sara, la rubia, ojos verdes y larga melena, una persona feliz donde las haya, sonriente y muy sincera, fiel a sus principios y sobretodo testaruda como ella sola. Por otro lado, está Andrea, de piel castaña, ojos marrones y pelo castaño, ella es más enérgica y emprendedora, deportista y bailarina, soñadora y, con las cosas en su sitio cuando toca tenerlas en su sitio. Siempre risueña y casi nunca muestra debilidad, testaruda como la anterior y infantil como las tres. Por último solo quedo yo, Cristina. Alta, de ojos marrones, media melena y con una sonrisa siempre en la cara. Tengo mis momentos de debilidad y soy muy enamoradiza e impulsiva sentimentalmente, a la vez que vaga, testaruda y torpe, por no decir infantil en grado superlativo en la mayoría de los momentos, intentando parecer más madura en los momentos dificiles. Estas somos nosotras tres, sin trampa ni cartón.
Para terminar con esto añadiré que, si soy lo que soy y si he conseguido llegar a ser como soy, es gracias a un gran apoyo moral y ético que ha sido, como no, el de mi mi madre, mi verdadera y completa familia. Gracias también a ciertas personas que estuvieron en mi vida cierto tiempo, como quien se para a poner gasolina y se va con el depósito lleno. Así fueron ellos, fugaces pero intensos, con luz propia, como las estrellas. Esas dos personas marcaron hondo en mi vida y, me abrieron los ojos a muchos mundos, al de la verdad, al del corazón, el amor, la verdadera amistad, a los fracasos y sobretodo a la vida, porque a base de palos, golpes y caidas aprendemos a ver mejor y más claras las cosas. Os deseo lo mejor en la vida, de corazón.
Por último disculparme ante la gente a la que no he nombrado y sobretodo, a la que he fallado, no pretendía abusar de mi pequeño talento de inspiración literaria.


"Esto a sido, siendo franca un pequeño soplo de aire y liberación a la tension de mi mente, cuerpo yt alma en estas últimas semanas."


1 comentario:

  1. M'encantaa!
    si es que vas a ser mas lista de lo que pensabamos cristinitaaa ! xD
    te quiero perraaa !! :)

    ResponderEliminar