lunes, 2 de enero de 2012

Cuentos e historias

Desde pequeños siempre nos han querido enseñar ese mundo de fantasía que se encontraba tras los cuentos y libros infantiles aquellos que te convertían en princesa o en el más hábil guerrero. Los adultos no veían más allá de esos instantes, de ese presente en el cual nosotros tan solo eramos niños que, acostados en una cama nos dormíamos pensando que un príncipe nos rescataría si estábamos en apuros o que sabríamos matar a ese dragón con nuestra temible espada. Esos cuentos estaban bien niños pero, que ocurre cuando se crece, cuando eres lo suficientemente adulto como para darte cuenta de que esos cuentos jamás se cumplen, que tan solo se ven en las películas o en los cuentos.. que son pura fantasía. Esos niños que generación tras generación han ido creciendo y se han dado cuenta de lo que realmente pasa, de que esos cuentos tan solo sirven a los niños para dormir o a los inmaduros para soñar.

Yo misma creía que esos cuentos eran de verdad, de pequeña soñaba con que un príncipe llegará a mi ventana a rescatarme e irme lejos, muy lejos pero ese príncipe jamás llegó y además de no encontrarlo se fueron topando por mi vida ciertos "sapos" a los que debí besar antes de descubrir que jamás serían mi verdadero príncipe pero, hoy en día he podido darme cuenta de que hace un tiempo, quizás unos meses cuando le besé por primera vez pude notar ese cosquilleo que se siente en el estómago cuando sientes que eso será mágico, esa intuición que te hace creer de nuevo en la magia del amor. Puede que ya no necesite un príncipe ya que con él me siento como una auténtica princesa. A cada momento que vivo con él cada instante aunque se repita, es único e irreemplazable igual que él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario